El descubrimiento de Teresa J. Cuevas y su arte abstracto cambiaron la percepción de la pintura en cuanto a textura. Una mezcla perfecta de luz, color y emociones.
La primera impresión al conocer a Teresa J. Cuevas es que es una persona con un gran talento y carisma, que estudió arquitectura pero pronto decidió combinarlo con su pasión artística. Pararse a observar, frenar el tiempo y dedicarse a pintar. Cuando Teresa va a empezar un cuadro, pide que describan las emociones que quieren transmitir para que sea reflejo de su personalidad. Por eso, nos hemos enamorado de los cuadros de Teresa, un proyecto que va más allá de la iluminación y textura.
Teresa empezó a pintar de niña y pronto se dio cuenta que era su momento favorito. Después de jugar con diferentes texturas, poco a poco ha ido definiendo sus cuadros. Un estilo que evoluciona con el tiempo y que no deja de mejorar. “Me encuentro en una etapa de búsqueda del equilibrio entre lo pesado y lo ligero, del lleno y el vacío, la luz y la sombra, de lo sereno y lo que se encuentra en movimiento”, cuenta Teresa, con un cuadro enfrente que es pura explosión de composición y color.
«Me inspiro en la naturaleza, arquitectura y entorno en general. El mar, el campo, las hojas, los espacios»
Otra fuente de inspiración para sus cuadros es la belleza de los lugares que visita en sus viajes. Como su familia es de Ibiza, su pintura siempre refleja la frescura de las aguas y los acantilados de la isla bonita que tanta energía positiva transmite. Desde Asia, donde vivió casi cuatro años, nos trae la fuerza del equilibrio. “La búsqueda de equilibrio sin necesidad de simetría en la composición, la depuración del mensaje y de la forma, el simbolismo oculto. Todo ello forman parte de esta influencia que nunca desaparecerá”, explica Teresa.
«Las texturas en todas sus variaciones serán siempre mis grandes aliadas»
Los cuadros que más almas conquistan están relacionados con el mar, los olivos y las buganvillas. Si también te fascina su trabajo, la próxima exposición será del 4 al 7 de abril en Monte Esquinza 8 en el Espacio La Red. Cuadros con una fuerte personalidad que son simplemente únicos.