Más que ceviche en la CEVICUCHERIA

El ceviche es ya un plato habitual en los menús de los restaurantes en España. Como ya sabéis, su origen es de Perú, y nada mejor que un auténtico peruano para degustarlo: La Cevicucheria.

La comida peruana es exquisita. Cada plato es una mezcla explosiva de sabores y La Cevicucheria, es una parada obligada. En Tendencia Cool era una de nuestras primeras experiencias en un peruano de verdad. Y sabemos con certeza que repetiremos: una carta original y variada de platos típicos de allí. El ceviche es una de las especialidades del restaurante. Pero se trata de un peruano auténtico y tienen otros platos tan populares como los anticuchos.

El interior de La Cevicucheria es un conjunto de objetos traídos de Perú en armonía perfecta. Y la barra tiene forma similar a los tentáculos de un pulpo, dividiendo el espacio en tres zonas diferentes: mesas, barra y reservado. La zona de la barra es oscura, decorada con muchas lámparas de mimbre colgando para dar una luz más intima y disfrutar de sus cócteles (cuidado no te pases con el pisco, bebida típica peruana, que tiene 40 grados…).

Los dueños son los peruanos Melina Salinas y Miguel Ángel Valdiviezo, que también tienen el restaurante Tampu (comida peruana creativa). Melina apuntó: «este es nuestro segundo proyecto juntos, hemos querido abrir un sitio con comida típica de Perú que todo el mundo come. Tampu es más creativo, pero La Cevicuchería queremos que sea un referente de la cultura peruana y sus tendencias».

Si no sabes muy bien que pedir, te contamos lo que nos aconsejaron. ¿A parte del ceviche? Mini causitas limeñas, acompañado del imprescindible ceviche de corvina. También pedimos manya won, que es pulpo con salsa de queso de cabra y mermelada de rocoto. Para terminar secreto ibérico marinado con las especias secretas del chef, sobre tacu-tacu de frejoles. De postre el suspiro limeño, helado de lucuma y alfajores. El propio Miguel Ángel es el chef creador de estos deliciosos platos que se disfrutan acompañados de cerveza cusqueña o pisco, claro.

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