En la terraza con DOÑA TECLA

En pleno paseo de la Castellana, un oasis en Madrid, cojines coloridos, un bosque de olivos, una zona chill out de picoteo y copas dan lugar al restaurante Doña Tecla.

Este jardín de ensueño se encuentra en la zona más concurrida de la capital, el restaurante Doña Tecla es el sitio idóneo para tomarse algo después de trabajar rodeado de plantas y madera. La decoración refleja la personalidad de sus dueños, los hermanos Alejandra y Jorge Pérez García Ruesca, que han buscando dar un toque personal a su espacio. Suelos de madera con sofás coloridos y luces alrededor de los árboles hacen de esta terraza un lugar muy acogedor y perfecta durante todo el año, con un mobiliario un poco vintage y bohemio. Además, tienen estufas para que no pases frío, y cuenta con un restaurante dentro decorado con un estilo más clásico y un gusto exquisito.

La carta es sencilla y tienen un poco de todo. Su surtido de croquetas caseras, nido de huevos trufados con estofado de verduras y polvo de jamón, steak tartar y ensalada de queso de cabra fue nuestra elección y buenísimo. En el restaurante puedes pedir platos más caseros como lubina, escalope, salmorejo, ensaladilla rusa y mousse de chocolate para comer como en casa y son toda una delicia al paladar. Se puede comer tanto en el comedor interior como en la terraza, el servicio es excelente, la carta de vinos y cócteles es extensa y se está muy agusto. «Nos gusta que la comida sea casero y cocina tradicional para conservar los platos de toda la vida. Queremos que nuestros clientes puedan disfrutar de nuestro menú del día o de una velada de picoteo, cualquier día de la semana», nos cuenta Alejandra. Y así nos enamora Doña Tecla.