La cadena de hoteles CitizenM es una buena alternativa para hospedarse durante un viaje corto a Londres, Ámsterdam o Glasgow y pronto también Nueva York y Paris. Nosotros visitamos su última apertura en el centro de Londres, Bankside, y nos causó una buena impresión.
El check-in es automático a través de un ordenador, de forma rápida y eficaz. Luego te sumerges en un inmenso hall lleno de libros y decorado con todo tipo de detalles, que te hacen sentirte como en casa, de la manera más trendy y acogedora. La terraza, los ascensores y pasillos esconden todo tipo de curiosidades también. Sin embargo, el primer vistazo de la habitación desencanta, ya que el espacio es reducido y los materiales demasiado artificiales. El estilo japonés de dimensiones reducidas con camas altas y toque minimalista tiene su encanto, mejorado por las increíbles vistas al centro de Londres, opción de ambientar la habitación con diferentes modos que incluyen música y colores, una gran selección de películas y Wi-Fi gratis, lo cual se agradece hoy en día.
Eso sí, es ideal para un viaje corto porque puede resultar un tanto claustrofóbico y la amplitud no se corresponde con el precio, el cual ronda las 100 libras por noche. En cuanto a la comida, la cena es limitada y los platos no son muy atractivos, pero en el desayuno tomamos uno de los mejores cafés que hemos probado y la atención de los camareros es excelente (por cierto, la mayoría españoles). En resumen, los puntos positivos son la originalidad en la decoración y la situación del hotel. Los puntos negativos serían el tamaño de la habitación y , en cierto modo, la comida.